Cada vez más empresas en Barcelona apuestan por la internacionalización y la exportación de bienes o servicios. Sin embargo, junto a las oportunidades de crecimiento en nuevos mercados, también surgen riesgos importantes, como el impago por parte de clientes extranjeros. Reclamar una deuda internacional puede ser un proceso complejo, ya que intervienen distintos sistemas legales, idiomas, normativas internacionales y barreras culturales.
En este artículo, desde BUFET GÓMEZ FERRÉ, abogados especialistas en reclamar deudas internacionales, le explicamos cómo reclamar una deuda a una empresa extranjera desde España, qué vías legales existen para las empresas exportadoras, y cuáles son los pasos más eficaces para recuperar impagos fuera del país, especialmente si opera desde Barcelona.
Opciones legales en España para reclamar deudas internacionales
Existen diferentes mecanismos jurídicos que permiten reclamar deudas internacionales, tanto dentro de la Unión Europea como en terceros países y la elección del procedimiento más adecuado dependerá de varios factores: el país del deudor, la existencia de un contrato con cláusula de jurisdicción, el tipo de relación comercial y la documentación disponible.
A continuación, le explicamos las principales opciones legales en España para reclamar impagos en exportaciones y conocer las vías disponibles con mayores garantías de éxito según su caso.
1. Procedimiento Monitorio Europeo: solución rápida para deudas dentro de la UE
El procedimiento monitorio europeo es una herramienta especialmente útil para reclamar deudas no impugnadas entre empresas situadas en diferentes países de la Unión Europea (excepto Dinamarca). Este proceso permite que el acreedor obtenga un título ejecutivo directamente válido en el país del deudor, sin necesidad de pasar por un juicio ordinario. Es ideal para reclamar deudas claras, vencidas y exigibles, como facturas impagadas por servicios o productos entregados.
2. Procedimientos judiciales ordinarios en España: cuando el contrato lo permite
Si existe un contrato firmado entre las partes que establece la jurisdicción de los tribunales españoles, se puede iniciar una demanda ordinaria en España, incluso si el deudor está domiciliado en otro país.
En este caso, será necesario presentar una demanda ante los juzgados de lo mercantil de la ciudad competente (por ejemplo, en Barcelona si es el domicilio de la empresa acreedora), acompañada de toda la documentación que acredite la deuda. Este proceso puede ser más largo, pero es conveniente cuando el deudor impugna la deuda o cuando no se puede utilizar el procedimiento monitorio europeo.
3. Ejecución de sentencias extranjeras en España
Otra opción legal disponible es la ejecución de una sentencia extranjera en España. Esto ocurre cuando ya se ha obtenido una resolución judicial favorable en el país del deudor y se desea reconocerla y ejecutarla en España para recuperar bienes o fondos.
En este sentido, el proceso dependerá de si el país en cuestión pertenece a la UE, tiene convenio bilateral con España o está adherido al Convenio de Nueva York de 1958 sobre reconocimiento de sentencias extranjeras. La ejecución de una sentencia extranjera puede requerir un procedimiento de exequátur, mediante el cual un tribunal español valida esa resolución. Este mecanismo es efectivo si el deudor posee bienes o cuentas bancarias en territorio español que puedan ser embargados como garantía del pago.
En cualquiera de estas vías legales, nuestros abogados especialistas en reclamación de deudas internacionales
podrían ayudarle a evaluar la viabilidad de cualquiera de ellas, garantizando el cumplimiento de los plazos,
la forma adecuada de presentar pruebas y el seguimiento judicial correspondiente.
Pasos recomendados para reclamar una deuda internacional con éxito
Una vez elegida la vía legal más adecuada, es primordial seguir unos pasos recomendados para aumentar las posibilidades de éxito en la recuperación del impago. Reclamar deuda a una empresa extranjera requiere de una estrategia bien estructurada que, generalmente, llevará el siguiente proceso:
1. Comunicación amistosa y formal
Antes de recurrir a la vía judicial, se recomienda enviar una solicitud de pago formal, preferiblemente en el idioma del deudor (o, al menos, en inglés, que es ampliamente aceptado en los acuerdos comerciales internacionales), detallando la deuda pendiente, la fecha de vencimiento y cualquier penalización por el retraso en el pago. El objetivo de esta comunicación es proporcionar al deudor una última oportunidad para liquidar la deuda de forma voluntaria.
Será necesario asegurarse de que la carta se entregue de manera formal, ya sea mediante correo certificado, burofax o cualquier otro medio que permita obtener prueba fehaciente de su recepción.
2. Recopilación de pruebas: Esencial para respaldar la reclamación
Una vez que se ha hecho el primer intento de acuerdo amistoso, el siguiente paso es la recopilación de pruebas. Para que cualquier acción legal sea efectiva, es indispensable contar con la documentación que respalde su caso. Esto incluye:
- Contratos firmados: Es necesario tener el contrato original que establezca los términos de pago y las condiciones acordadas entre ambas partes.
- Facturas impagas: Las facturas no pagadas son un testimonio claro de la deuda pendiente. Asegúrese de tener una copia de cada una.
- Correspondencia: Toda la correspondencia previa entre las partes, ya sea por correo electrónico, teléfono o cualquier otra vía, debe ser conservada para probar que intentó resolver el conflicto de manera amistosa antes de recurrir a la vía judicial.
Contar con todas estas pruebas fortalece su posición en un eventual litigio, ya que el juez podrá comprobar la existencia de la deuda y las condiciones acordadas para su pago.
3. Reclamación extrajudicial: El siguiente paso antes de acudir a los tribunales
Si la comunicación amistosa no obtiene resultados, la siguiente fase es la reclamación extrajudicial, en la cual se envía una carta formal de requerimiento de pago al deudor donde se le informa que si no cumple con el pago dentro de un plazo determinado, se iniciará un proceso judicial.
4. Reclamación judicial: La vía legal en caso de impago
Si después de la reclamación extrajudicial el deudor sigue sin atender a la deuda, es el momento de recurrir a la reclamación judicial. Este proceso puede variar dependiendo del país en el que se encuentre la empresa deudora, ya que cada jurisdicción tiene sus propias normativas y procedimientos legales.
Si el deudor está en la Unión Europea, el Reglamento Europeo de Procedimiento Monitorio establece un mecanismo judicial sencillo y rápido para reclamar deudas transfronterizas. En otros casos, como en países fuera de la UE, se debe considerar el Convenio de Nueva York de 1958 sobre el reconocimiento y ejecución de sentencias extranjeras, lo cual puede complicar un poco más la gestión.
5. Reconocimiento y ejecución de la sentencia internacional
Tras ganar un juicio, el siguiente movimiento es la ejecución de la sentencia. Tras obtener una resolución favorable del tribunal en el país del deudor, debe asegurarse de que la deuda se ejecute adecuadamente en ese país, lo cual puede implicar el embargo de bienes del deudor o el uso de mecanismos similares para garantizar el pago.
En cualquier caso, desde BUFET GÓMEZ FERRÉ, contamos con una experiencia en reclamación de impagos y le podremos guiar a través
de este proceso para asegurar que el procedimiento se ejecute de acuerdo a las leyes locales del país del deudor.
El objetivo es conseguir una sentencia favorable para que la deuda sea reconocida y ejecutada e incluso presionar al deudor a realizar el pago sin necesidad de entrar en litigios costosos.
Problemas frecuentes y recomendaciones al reclamar impagos en exportaciones
Para evitar que reclamar una deuda internacional se convierta en un proceso complejo y tedioso, especialmente para las empresas exportadoras de Barcelona, le recomendamos anticiparse a los siguientes obstáculos habituales con el fin de mejorar sus posibilidades de éxito.
La comunicación puede volverse difícil si el deudor no habla el mismo idioma o tiene costumbres comerciales distintas.Recomendamos adaptar las estrategias de recobro a las particularidades culturales del país del deudor para evitar malentendidos y mejorar las posibilidades de éxito.
Cada país tiene su propio marco legal para el cobro de deudas transfronterizas, por lo cual es fundamental conocer las leyes del país del deudor para asegurarse de cumplir con los requisitos y procedimientos adecuados. En algunos casos, puede ser necesario obtener traducciones juradas de los documentos para que tengan validez legal en el país del deudor.
Iniciar procedimientos legales en otro país puede suponer altos costes económicos y retrasos. Los costes judiciales pueden variar de un país a otro y podría llegar a hacer frente a otros costes como las tarifas de asesoramiento jurídico, presentación de demandas, gastos de viaje y otros gastos asociados con el litigio.
Cuando la empresa extranjera cambia de domicilio o se da a la fuga, encontrarla puede ser complicado. Los países suelen tener acuerdos de cooperación y reglas internacionales que facilitan este proceso y, depende del caso, podría llegar a ser necesario contar con servicios especializados en rastreo y localización para aumentar las probabilidades de éxito.
Preguntas Frecuentes
Sí, es posible embargar bienes en el extranjero, pero dependerá de la legislación del país donde se encuentren los activos del deudor. Para ello, primero necesitará obtener una sentencia favorable en dicho país o hacerla ejecutar mediante un procedimiento de reconocimiento de sentencia extranjera, como el exequátur si se trata de un país fuera de la Unión Europea, o mediante el Reglamento Europeo correspondiente si está dentro de la UE.
Cuando una empresa extranjera no atiende a sus requerimientos de pago ni responde a las comunicaciones formales, puede iniciar una reclamación judicial. Si el deudor se encuentra dentro de la Unión Europea, una opción rápida y eficaz es el Procedimiento Monitorio Europeo, siempre que la deuda no haya sido impugnada. En otros casos, será necesario recurrir a la vía judicial ordinaria o utilizar tratados internacionales como el Convenio de Nueva York de 1958 para hacer valer sus derechos.
La duración de una reclamación por impago en exportaciones depende de varios factores: el país del deudor, si hay colaboración por su parte, el tipo de procedimiento utilizado (extrajudicial, monitorio o judicial ordinario) y la complejidad del caso. En general, un procedimiento monitorio europeo puede resolverse en unos pocos meses, mientras que un litigio internacional puede prolongarse más si requiere traducciones, reconocimiento de sentencias o embargos. Nuestros abogados podrán orientarle sobre el plazo estimado según su situación concreta.
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